Este tipo de energía presenta un cierto impacto medio ambiental en el entorno, causado por las emisiones gaseosas, liquidas y por el impacto visual.
La construcción de caminos de acceso pueden ocasionar la destrucción de bosques o áreas naturales, mientras que la perforación de pozos y la construcción de la planta pueden producir perturbaciones en el ecosistema: ruidos, polvos, humos y posible erosión del suelo. El ruido puede ser ocasionado durante la fase de exploración, construcción y producción.
Muchas veces los niveles sonoros pueden traspasar el umbral del dolor (120dB). En el mismo emplazamiento, los trabajadores deben estar protegidos con elementos personales de protección auditiva. También se pueden instalar silenciadores adecuados en las maquinarias.
Los ruidos pueden ser reducidos restringiendo las operaciones ruidosas a las horas diurnas, también se pueden construir barreras absorbentes de sonido, como son las barreras de arboles.
Durante la fase de operación se suelen generar vertidos gaseosos a la atmósfera. Estos suelen tener baja incidencia en el entorno y están formados por gases no condensables que son arrastrados por el vapor. Están compuestos, principalmente, por dióxido de carbono y sulfuros de hidrógenos, con trazas de amoniaco, hidrógeno, nitrógeno, metano, radón y algunas especies volátiles como boro, arsénico y mercurio, las cuales deberán ser tratadas antes de su vertido.
La contaminación de las aguas superficiales puede producirse por el vertido o acumulación de fluidos geotermicos, que contienen elementos como sodio, potasio, calcio, flúor, magnesio, silicatos, antimonios, estroncio, bicarbonato, boro, litio, arsénico, sulfuro de hidrógeno mercurio, rubidio, amoniaco,etc; contaminantes que aparecen en distintos grados en los ecosistemas acuáticos. En algunos casos, se aplican tratamientos físicos-químicos de depuración, aunque lo habitual es la re inyección en el subsuelo.
Asimismo, existe el riesgo de contaminar las aguas subterráneas debido a diversas causas: utilización de determinados líquidos en la etapa de perforación; infiltraciones a través de orificios de las paredes del pozo en la etapa de re inyección, que hacen que el liquido contaminado escurra hacia las primeras capas de agua subterráneas Existe la posibilidad de disminuir los niveles de agua subterráneas con las consiguientes perdidas de presión, hundimiento del terreno, compactibilidad de formaciones rocosas, etc. Para evitarlo es preciso controlar y mantener la presión de las reservas de agua.
Para mitigar estos daños, es posible tratamiento de los fluidos antes de su descarga, evitando la introducción de metales nocivos en el medio natural. Es importante trabajar con controles de calidad, principalmente en la etapa de perforación y construcción.
El impacto visual suele ser considerable si las plantas geotermicas se ubican en campos geotermicos que suelen coincidir con espacios de gran valor natural y paisajista (geiseres, termas, etc).
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